Mi camino

Donde Ana me guía por un sendero de felicidad y satisfacción. Ella me ayuda a seguir, a poder levantarme cuando me caigo, a darme cuenta lo que me hace mal lo que me envenena. Por eso le debo mucho. Aunque a veces los demás ganan, me pierdo en ese camino precioso y aparezco en una bosque desconocido hasta entonces para mi, pero aparece Mia y me hace dar cuenta lo que está mal y lo que está bien, entonces vuelvo. Así soy feliz, con mi mundo de porcelana. No lo toques porque lo rompes, no lo mires porque lo quiebras, no lo usurpes porque no lo mereces. Ella nos eligió a nosotras, sus princesas. Nadie más debe entrar, sólo las elegidas.